🎭 Todos hemos vivido momentos en los que una emoción nos secuestra por completo.
La rabia nos domina.
El miedo nos bloquea.
La tristeza lo tiñe todo.
Y en esos momentos… no estamos nosotros, está el impulso.
Como si hubiéramos desaparecido dentro del personaje, dentro del guion, dentro del juego.
🎮 Esa es la identificación.
Creer que eres lo que sientes. Que eres lo que piensas.
Que eres eso que te duele, eso que temes, eso que pasó.
Estás tan dentro… que dejas de ver
🧩 Cuando estás identificado, no hay distancia.
Es como jugar con VR (gafas de realidad virtual) sin darte cuenta de que estás en una simulación emocional.
Vicente Simón lo explica así:
“El yo se encuentra sumergido en la experiencia. Cree que es esa experiencia.”
Y cuando eso ocurre, reaccionas desde el impulso, no desde la conciencia.
Te arrastra la corriente. Pierdes el control.
Desidentificarse no es escapar. Es despertar.
🧘♂️ Desidentificarse no significa ignorar lo que sientes.
Significa reconocerlo sin fundirte con ello.
“Estoy sintiendo rabia” → sí, pero no soy la rabia.
“Estoy triste” → sí, pero soy más que esta tristeza.
🎮 Es como decir:
“Sigo en el juego, pero ahora tengo el mando otra vez.
No soy el fuego que me rodea. Soy el jugador que decide si lo cruza o lo apaga.”
Empiezas a ser el observador… en lugar de ser lo observado
🔄 Este proceso no ocurre de golpe.
Es como entrenar una nueva habilidad: primero te das cuenta después, luego durante, y poco a poco… antes de actuar.
Cada vez que observas en lugar de reaccionar, ganas claridad.
Cada vez que reconoces un pensamiento sin convertirlo en verdad absoluta, te liberas un poco más.
🎮 No necesitas borrar el juego. Solo aprender a no convertirte en él.
El ego no se rinde fácil, pero se suelta poco a poco
🧠 Uno de los objetos con los que más nos identificamos… es con nuestra imagen de “yo”.
Ese personaje interno que creemos ser.
El que necesita tener razón. El que busca reconocimiento. El que se defiende de todo. El Ego.
Y dejar de identificarse con ese personaje es duro.
Pero cada vez que lo haces, te acercas a algo más real, más profundo, más libre.
Hoy, cuando surja una emoción fuerte, pregúntate:
“¿Estoy reaccionando… o estoy observando?”
Practica el arte de tomar distancia.
No para alejarte de ti, sino para reunirte contigo desde un lugar más consciente.
👉 Sigue con: Parte 6 – Meditación del cuerpo: explora tu avatar interior en tiempo real
📚 Índice del Capítulo 2 de Desbloquea la calma: Meditación para vivir en consciencia
Share this content: