🌬️ Imagina que cada respiración es como un hechizo de sanación. No uno de esos que brillan con luz azul en la pantalla, sino uno que actúa en silencio, en el fondo de tu conciencia. Al inhalar, recoges el malestar, el tuyo o el de otros. Al exhalar, entregas compasión, como un aura cálida que abraza lo que duele.
🪑 Siéntate cómodamente. Cierra los ojos si lo deseas. No hay enemigos aquí. Solo tú, respirando.
👁️🗨️ Escanea tu cuerpo como si fueras un jugador reconociendo un nuevo terreno. ¿Dónde hay tensión? ¿En el pecho? ¿En la mandíbula? ¿Quizá en el estómago? Observa también tu mente: ¿hay alguna emoción inquieta rondando? ¿Algún pensamiento incómodo? ¿Alguna persona difícil que aparezca en tu campo mental?
💗 Ahora, sin huir ni juzgar, respira profundamente. Al inhalar, imagina que estás absorbiendo ese malestar para comprenderlo mejor. Lo llevas dentro sin miedo, como quien sostiene una reliquia poderosa sabiendo que no le hará daño. Deja que esa compasión recorra cada rincón de tu cuerpo como una bendición interior.
🌟 Al exhalar, libera ternura. Libera cuidado. Dirígelo hacia ti mismo, hacia esa persona que apareció en tu mente… o hacia el mundo entero. Exhala consuelo, como quien lanza una poción curativa a un compañero caído. Exhala calma. Exhala amor.
🌀 Repite este ciclo:
Inhala compasión.
Exhala alivio.
Inhala comprensión.
Exhala bondad.
✨ Si te ayuda, ponle nombre a lo que estás respirando:
«🌫️ Inhalo sufrimiento.
🌈 Exhalo ternura.»
«🔥 Inhalo inquietud.
💧 Exhalo consuelo.»
⏳ Hazlo durante unos minutos, como si estuvieras entrenando un poder que siempre ha estado contigo, solo que ahora decides usarlo.
🌄 Al terminar, quédate un instante en silencio. Siente lo que se ha movido dentro de ti. Y cuando lo sientas, abre los ojos con suavidad. Has terminado una meditación, sí… pero también has comenzado a programar un nuevo patrón mental. Uno en el que no reaccionas desde la exigencia, sino desde la compasión.
🎮 Porque a veces, el acto más valiente en este juego llamado vida, es no atacar… sino cuidar. No avanzar… sino respirar. Y no resistirse… sino amar, incluso el propio dolor.
🏁 Fin del capítulo
🚀 Continúa con: Capítulo 6: Atención sostenida: cómo mantenerte presente cuando el juego se alarga
📚 Índice del Capítulo 5 de Desbloquea la calma: Meditación para vivir en consciencia
Share this content: