🎮 Desarrollado por: id Software
📦 Publicado por: Bethesda Softworks
📅 Lanzamiento: 15/05/2025
🖥️ Plataformas: PlayStation 5 – Xbox Series S/X – PC – Game Pass Ultimate
¿Vale la pena DOOM: The Dark Ages? En esta review en español te cuento todo: desde su apartado gráfico hasta su brutal jugabilidad y una narrativa más épica que nunca. Incluye gameplay sin reescalado y opinión final.
Este no es un DOOM cualquiera… Es la esperada precuela de DOOM Eternal, y uno de los mejores juegos de acción de 2025. Disponible en Game Pass y desarrollado con el potente motor id Tech 7, esta entrega lo cambia todo.
📖 Queridas compañeras y compañeros de aventuras:
Como bien comenté en mis primeras impresiones, no tengo ni idea de qué le han dado de comer a la gente que trabaja en Xbox, y en concreto en id Software y Bethesda Softworks, pero yo también quiero de eso. Madre mía, menudo juego se han sacado de la chistera. Dios santo, gracias por permitirnos disfrutar de este trabajo que es, sin duda, la mayor obra que se ha podido hacer con el nombre de DOOM.
Este no es un DOOM cualquiera, y los desarrolladores lo tenían claro cuando declararon que este era el mejor que habían hecho hasta la fecha. Y yo, que recién me lo acabo de terminar, solo puedo decir que no voy ni a escribir la típica “intro de review” antes de pasar a comentar cada uno de los apartados porque, literalmente, no sé ni qué más decir, más allá de lo que ya está escrito en cada uno de ellos… Únicamente dejaré una parte de curiosidades y, directamente, pasaré a darte mi opinión sobre cada uno de los aspectos que hacen de esta maravilla un juego como pocos.
🧠 1. Inspiración en Game of Thrones y Dark Souls
El equipo de id Software reveló que buscaban una estética más medieval y brutal para este nuevo DOOM, y tomaron inspiración directa de universos como Game of Thrones, Dark Souls y Berserk. El resultado es una ambientación gótica cargada de violencia ceremonial, arquitectura sombría y armamento cuerpo a cuerpo digno de un guerrero ancestral.
🛡️ 2. El Escudo Sierra fue diseñado como un «bumerán de destrucción»
Una de las mecánicas más llamativas del juego, el Escudo Sierra, nació de un prototipo interno que combinaba el escudo del Capitán América con la motosierra clásica de DOOM. La idea era ofrecer una herramienta ofensiva, defensiva y de movilidad al mismo tiempo, lo cual obligó al equipo a rehacer partes del sistema de combate para que funcionara de forma fluida y brutal.
🐲 3. El dragón montable fue una apuesta arriesgada que casi se cancela
Durante las primeras fases de desarrollo, el segmento en el que el Doom Slayer monta un dragón biomecánico se consideró demasiado ambicioso y difícil de integrar con el ritmo del juego. Sin embargo, tras una prueba interna exitosa, se convirtió en una de las secciones más celebradas por el equipo, y se pulió como una muestra de escala épica y variedad jugable.

🎨 Gráficos, Aspecto General y Rendimiento
El mejor juego que he jugado en lo que va de año en este apartado es este, y esto es algo que PUEDO DECIR MÁS ALTO, PERO NO MÁS CLARO.
Y es que, si Doom Eternal fue un carnaval infernal de color, velocidad y caos, Doom: The Dark Ages es su contracara: una ópera gótica de sangre, fuego y acero, tan opresiva como majestuosa. Desde el primer momento, el juego te atrapa con su dirección artística inspirada en castillos oscuros, catedrales retorcidas y fortalezas biomecánicas que parecen esculpidas por los mismos demonios.
Los desarrolladores de id Software explicaron que quisieron alejarse del futurismo de entregas anteriores y “contar una historia visual que se sintiera más sucia, más pesada y arcaica”… y lo lograron; vaya si lo lograron. Todo está diseñado para que sientas el peso del mundo medieval en el que te estás hundiendo: armaduras oxidadas, cielos teñidos de tormenta, fuego saliendo de grietas infernales y enemigos que parecen sacados de un grimorio profano.
Pero no es solo dirección de arte: también es técnica pura. El juego corre en una versión mejorada del id Tech 7, ofreciendo texturas muy, muy detalladas, efectos volumétricos con partículas en tiempo real, iluminación dinámica que cambia según el entorno, y animaciones más brutales y fluidas que nunca. Cada Glory Kill es un espectáculo visceral, y cada escenario tiene un sentido del espacio y escala que te hace sentir realmente diminuto ante algunos enemigos y la maquinaria de guerra infernal.
The Dark Ages consigue, a mi entender, un equilibrio casi perfecto entre fidelidad gráfica y rendimiento. Incluso en momentos donde la pantalla está llena de enemigos, explosiones y partículas, el framerate se mantiene muy sólido… y sí, estoy hablando sin ayudas de reescalados, porque si tiramos de DLSS en modo calidad… es un espectáculo, no hay otra manera de describir lo que han logrado en cuanto a la relación “visual-rendimiento”.
Y por si fuera poco, hay momentos en los que el juego se vuelve puro arte: esa escena en la que cabalgas un dragón biomecánico mientras el cielo se tiñe de rojo y truenos caen a lo lejos es, sencillamente, una postal del apocalipsis. No hay otra forma de decirlo: Doom: The Dark Ages no solo se juega bien, también se ve como una maldita leyenda forjada en fuego demoníaco.
… Joder, realmente te hace sentir que bajas al mismísimo putísimo infierno, mientras tu parienta, desde el salón, te escucha gritar desde el cuarto del ordenador:
“¡Papi ha llegado al infierno, chicos! ¡Preparaos para morir otra vez!”

🔊 Sonido y Banda Sonora
Si alguna vez te preguntaste cómo sonaría el apocalipsis medieval con guitarras oxidadas, cánticos paganos y demonios gritando desde el abismo… Doom: The Dark Ages tiene la respuesta. Porque sí: el sonido aquí no acompaña la acción —la lidera, la impulsa y la enciende.
En palabras del propio equipo de id Software, el enfoque fue “hacer que el audio sonara tan brutal y sucio como el mundo visual”. Y vaya si lo lograron. La mezcla de sonido es un espectáculo de caos organizado: los gruñidos de los enemigos, el crujir del acero, las explosiones mágicas y los ecos en los ambientes cavernosos están tan cuidadosamente integrados que cada combate suena como una orquesta de violencia infernal.
Pero el verdadero protagonista aquí es la banda sonora: una fusión poderosa de metal extremo, percusión tribal, coros guturales y pasajes oscuros que recuerdan a un ritual pagano.
La música cambia dinámicamente según la intensidad del combate, pero lo hace con una identidad más ritual, más primitiva… como si cada nota hubiese sido forjada en una herrería maldita. Hay guitarras afinadas como si fueran hachas, tambores que suenan como si miles de esclavos marcharan a la guerra, y pasajes corales que helarían la sangre al más templado.
En momentos de exploración, la música se convierte en un lamento oscuro, casi atmosférico, mientras que en pleno combate se transforma en una locura rítmica que te empuja a matar más y más… pero con estilo. Es un diseño sonoro que habla directamente al instinto y al músculo, hasta fusionarnos con el Slayer.
Y no exagero cuando digo que, con auriculares, este juego no se escucha: se sobrevive. Cada paso, cada golpe, cada demonio destrozado está cargado de peso, eco y presencia.
El infierno medieval nunca sonó tan gloriosamente maldito.
Este apartado es, sin duda, el rugido medieval del infierno.

🎮 Controles, Entorno y Mecánicas
Si los anteriores Doom eran velocidad pura, como bailar con cuchillas en una pista de sangre, Doom: The Dark Ages es un combate de peso, ritmo y brutalidad ceremonial. Y eso lo sientes desde el momento en que tocas el mando: el control ahora “tiene un peso físico”, casi visceral. Cada paso y cada golpe parece tener una intención, como si no estuvieras corriendo por el campo de batalla, sino avanzando como un tanque medieval viviente.
Los controles siguen siendo precisos y ultra responsivos —marca de la casa id Software—, pero han sido rediseñados para adaptarse al nuevo enfoque táctico del juego. Aquí no se trata de esquivar sin pensar ni de hacer dashes como si fueras un ninja, sino de leer los movimientos enemigos, usar el entorno con inteligencia y rematar con furia.
El sistema de bloqueo preciso y el Escudo Sierra cambian las reglas. El alma del combate está en el Escudo Sierra, una mecánica tan brillante como adictiva. Puedes lanzarlo como un bumerán mortal o bloquear proyectiles, entre otras características que te invito a descubrir por ti mismo. Esta herramienta redefine el flujo de los enfrentamientos, rompiendo la dependencia absoluta de la escopeta o el lanzacohetes. Aquí, defender y atacar son dos caras de la misma carnicería.
En resumen, las mecánicas de The Dark Ages redefinen lo que entendemos por Doom sin traicionar su esencia.
No es más lento, es más intenso.
No es más fácil, es más táctico.
Y no es menos Doom… es otro tipo de Doom: uno que te hace sentir como un verdugo sagrado en una cruzada infernal, con un escudo en llamas en una mano y la muerte en la otra.

📜 Historia y Narrativa
¿Quién era el Doom Slayer antes de convertirse en la fuerza imparable que arrasó el infierno en Doom (2016) y Eternal? Esa es la pregunta que impulsa la narrativa de Doom: The Dark Ages. Y, por primera vez en la saga moderna, la historia no solo acompaña: se siente parte integral del viaje.
id Software ha apostado por una narrativa más enfocada y cohesionada, ambientando esta precuela en un mundo donde el Slayer aún no es una leyenda, sino un guerrero de carne, furia y destino. Aquí no eres solo una máquina de matar: eres el elegido de un antiguo orden, un campeón de la humanidad forjado por la guerra entre reinos celestiales, demoníacos y biomecánicos.
La historia, contada a través de cinemáticas, códices e interacción ambiental, bebe directamente de mitologías oscuras, grimorios y fantasía gótica. Olvídate de terminales con logs técnicos: ahora estás leyendo inscripciones talladas en piedra, escuchando profecías murmuradas en criptas, y avanzando a través de visiones y sueños envenenados por magia demoníaca.
Lo más llamativo es que la narrativa se entrelaza con la estética: cada zona que visitas parece contar su propia tragedia, desde ciudades humanas convertidas en fortalezas asediadas por el infierno, hasta templos donde la divinidad y la corrupción se confunden. Hay una capa de melancolía y fatalismo que, sin entorpecer el ritmo, añade peso emocional al recorrido.
En definitiva, Doom: The Dark Ages consigue lo que parecía imposible: contar una historia con alma sin sacrificar brutalidad. No solo entendemos mejor el pasado del Slayer, sino que sentimos que estamos presenciando el nacimiento de una figura legendaria, una cruzada oscura cuya historia merece ser contada en fuego, sangre y acero.
Y lo mejor: lo hace sin detenerte, sin darte discursos eternos ni quitarte el control. Solo te da un mundo cargado de historia y te dice: haz-lo tuyo.

Conclusión
Doom: The Dark Ages no es solo una precuela. Es una declaración. Es id Software demostrando que la brutalidad puede tener peso, que la furia puede tener propósito, y que incluso un ícono del caos puede tener raíces míticas. Han tomado la fórmula que redefinieron en 2016 y Eternal, la han sumergido en alquitrán medieval, y la han convertido en algo más oscuro, más denso y legendario.
El cambio de ritmo y ambientación no es una traición a la saga… lo digo por si te han contado otra cosa por ahí; es una evolución audaz que amplía sus horizontes sin perder la esencia. Sí, ahora hay un sistema de bloqueo preciso, escudos y dragones biomecánicos, pero en el centro sigue estando ese corazón palpitante de metal, pólvora y sangre que ha hecho de Doom una experiencia única durante décadas.
Gráficamente es una locura, sonoramente es un ritual, jugablemente es un nuevo tipo de danza mortal. Y narrativamente, por primera vez, te hace sentir que no solo estás matando demonios, sino escribiendo con ellos tu propia leyenda en piedra ardiente.
No es solo un gran Doom. Es un gran juego. Y uno que, sin duda, marca un nuevo capítulo para el Slayer… y para nosotros… y es por todo esto, por lo que no me queda otra opción que darle un:
5/6 Imprescindible para cualquier tipo de jugador, a no ser que tengas claro que este no es tu género.
Por cierto, esta es mi manera de puntuar:
1/6 Desastroso
2/6 Mediocre
3/6 Aceptable
4/6 Recomendado
5/6 Imprescindible
6/6 Épico/leyenda
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